viernes, 30 de abril de 2010

Domingo, cerca de las 4 de la tarde, Capital Federal.
Nunca, en toda mi vida, imaginé tantas y repetidas veces, distintas maneras en las que una persona en particular se muera. Algunas más creativas, otras más sutiles, pero definitivamente mi favorita siempre va a ser una bala cruzando por el medio de la frente, rompiendo hueso a hueso, tejido a tejido, traspasando los innumerables vasos sanguíneos del cerebro. Ese balazo a sangre fría, casi con asco, dejando a la víctima totalmente inerte; cayendo inevitalbmente contra un frío suelo. Lo más curioso, sin embargo, no es que fue una abstracción en general: el fallecido, no era una "persona X", era alguien en particular, alguien definitivamente determinado, elegido con intencionalidad y a propósito.
Por qué tengo esos pensamientos tan oscuros? No sé, quizás lo hago por catársis, para echar un cable a tierra y no explotar en una vorágine inacabable de insultos y agresiones (sobre todo físicas) hacia la mencionada persona.
Por qué tengo esos pensamientos? Porque quizás tenga un profundo anhelo de que algún día, con suerte, alguno de todos esos cientos de métodos sea llevado a cabo, y me sienta, de una vez por todas, felíz.
No puedo evitarlo tampoco, ni aunque quisiese: me irrita demasiado. Cada gesto, cada comentario, cada opinión, cada centímetro de esa falsa máscara que tiene por cara, provoca en mí el mismo efecto que una tomada de pelo, una cargada sin fin, como un hincha de Estudiantes riéndose en mi cara

lunes, 5 de abril de 2010

Perseguido

Soy quien no te deja ser,
soy tú mismo y estás en mi red,
ando siempre por aquí,
te dejo mover y te hago crujir;
me gusta cuando,
te quedás... pensando y me invocás sin saber,
actúo lento y con dolor,
torturo tu mente, te tengo a merced.

Muestro siempre la verdad,
te digo lo que nunca debés.
En la tierra de tu rey,
soy la falta, estoy muerto por ser.
Si creíste verme allí,
no te engañes, no saben de mí;
me gusta cuando,
te quedás... pensando y me invocás sin saber...

Pichón de ganso,
ya estas curtido,
afloja la cuerda,
quedate manso...

Yo te despierto por las noches,
te sacudo cuando me ignorás.
Te despierto por las noches,
te sacudo cuando me ignorás.

Soy quien no te deja ser,
soy tú mismo y estás en mi red,
ando siempre por aquí,
me gusta moverte...
Me gusta cuando te quedás,
pensando y me invocás sin saber,
en la tierra de tu rey...

Yo te despierto por las noches,
te sacudo cuando me ignorás.
Te despierto por las noches,
te sacudo cuando me ignorás.

Pichón de ganso,
ya estas curtido,
afloja la cuerda,
quedate manso...

Yo te despierto por las noches,
te sacudo cuando me ignorás.
Te despierto por las noches,
te sacudo cuando me ignorás.

Te despierto...
A vos...
me ignorás,
te despierto a vos...
Me ignorás.


Por Cielo Razzo




Escuchala, se lo merece.